Adéntrate en un viaje al pasado colonial de Chile en la Casa e Iglesia de la Ex Hacienda de Nantoco, un conjunto arquitectónico que nos habla de la rica historia y tradición de la Región de Atacama. Situada en el pequeño poblado de Nantoco, cerca de Copiapó, esta hacienda es un testimonio viviente de la vida rural y la influencia religiosa en la zona durante los siglos XVIII y XIX.
La Casa de la Ex Hacienda de Nantoco, declarada Monumento Histórico en 1977, es una construcción de adobe que se erige majestuosamente en medio del paisaje desértico. Su arquitectura, con gruesos muros y techos de teja, refleja la adaptación al clima árido de la región y la influencia de las tradiciones constructivas coloniales. Esta casa, que en su momento fue el centro neurálgico de una próspera hacienda, nos transporta a una época donde la agricultura y la minería eran las principales actividades económicas de la zona.
Junto a la casa, se encuentra la Iglesia de Nantoco, una joya arquitectónica que destaca por su sencillez y belleza. Construida en el siglo XIX, esta iglesia de una sola nave es un refugio espiritual en medio del desierto. Su fachada, adornada con una cruz de madera y un campanario, invita a la reflexión y al recogimiento. En su interior, los fieles pueden admirar un hermoso altar de madera tallada y diversas imágenes religiosas que han sido testigos de la devoción de generaciones de habitantes de Nantoco.
La historia de Nantoco está íntimamente ligada a la minería. El poblado se desarrolló alrededor de la mina de cobre más antigua de Chile, y su iglesia y casa hacienda son testimonios de la riqueza y esplendor que trajo la explotación minera a la región. A lo largo de los años, la hacienda pasó por diferentes propietarios y vivió momentos de auge y decadencia, pero siempre mantuvo su esencia y tradición.
Te invitamos a recorrer la Casa e Iglesia de la Ex Hacienda de Nantoco, a sentir la historia en cada rincón y a conectarte con el legado cultural y religioso de la Región de Atacama. Este conjunto arquitectónico no solo es un reflejo de la historia colonial de Chile, sino también de la fe y devoción de un pueblo que, a pesar de las adversidades, ha mantenido viva su tradición y espiritualidad.