Esta iglesia, con su arquitectura que data de 1872, se erige con una amplia nave central que contrasta armoniosamente con su tradicional y hermosa fachada de color rojo y blanco, reflejando las formas neoclásicas tradicionales con influencias de las construcciones góticas de Europa, especialmente en las columnas y terminaciones.
Este recinto, que ha resistido terremotos y ha sido objeto de sucesivas reconstrucciones, ha adquirido su forma actual como resultado de la visión y dedicación de aquellos que valoraban su significado espiritual y cultural. Al lado de la iglesia, el convento de San Francisco del Valle se levanta como otro testimonio de la presencia franciscana en la región, fundado en 1662 y reconstruido tras los desastres naturales.
Al adentrarte en la iglesia, la serenidad del ambiente y la riqueza de los detalles arquitectónicos te invitarán a la reflexión y contemplación. La luz que se filtra por las ventanas ilumina sutilmente los altares, resaltando la elaborada marquetería y las influencias artísticas que caracterizan este espacio sagrado.
Finaliza tu recorrido paseando por La Alameda, apreciando la plazoleta y el monumento a Juan Godoy, y conectándote con la vida local. La Iglesia San Francisco y sus alrededores te ofrecen una experiencia enriquecedora, revelando la riqueza del patrimonio cultural y espiritual de Copiapó
