Adéntrate en el corazón de Caldera y descubre la majestuosidad de la Iglesia San Vicente de Paul, un templo que se erige con orgullo en la Plaza de Armas de la ciudad, en la calle Ossa Varas 230. Esta iglesia, cuya primera piedra fue colocada en 1854, fue inaugurada en 1862
El diseño neogótico de la iglesia se manifiesta en su construcción de madera, característica de las edificaciones de mediados del siglo XIX en la región. Los pilares verticales, hechos de roble maulino, roble americano, alerce y pino oregón, se asientan sobre una base de piedras argamasas, y están revestidos con cañas de Guayaquil y barro. La iglesia tiene un perímetro de ochenta varas de largo por veinticinco varas de ancho, y su fachada triangular se sostiene sobre cuatro columnas dóricas de madera con tubos de fierro en su interior. Tres torres se elevan sobre el atrio, la más alta con una forma sexagonal que culmina en una aguja puntiaguda, coronada por una cruz de fierro forjado.

Al ingresar, te encontrarás con una mampara de tres puertas con arcos de medio punto que te conducirán a un interior iluminado por catorce ventanas ubicadas en lo más alto de los muros. El altar mayor resplandece con una estantería de policromado que alberga diversas imágenes sacras, destacando la de San Vicente de Paul. A su lado derecho, un pequeño sagrario invita a la reflexión. Además, en uno de sus costados, se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores, que según la tradición popular, fue traída desde el Perú por las tropas del Batallón Atacama durante la Guerra del Pacífico. La iglesia también alberga un Museo Parroquial, donde podrás apreciar objetos prehispánicos y antiguos elementos litúrgicos.

La Iglesia San Vicente de Paul no solo es un monumento arquitectónico, sino también un espacio de fe y devoción que ha sido testigo de la historia y tradiciones de Caldera. Te invitamos a recorrerla, a sentir la paz que emana de sus muros y a conectarte con la rica herencia cultural y religiosa de la región.
